Microsoft hizo una apuesta muy arriesgada en la industria de los videojuegos hace diez años, cuando lanzó la primera Xbox. Si a aquel primer paso le siguió una Xbox 360 que justificó la apuesta y consolidó a la marca entre los grandes del sector, ahora es inevitable mirar ya al futuro, a la siguiente generación de consolas. Xbox 720 es el nombre que el rumor ha dado al siguiente paso de la familia, pero ¿qué camino podría llevar? Hoy en Xataka Windows analizamos algunas tendencias de la industria y las confrontamos con lo que nos gustaría ver en la nueva Xbox.
El salto tecnológico
Es indudable que la longevidad de la última generación de consolas ha estado frenando los desarrollos tecnologicos del videojuego en PC. Tanto Xbox 360 como PS3 llevan mucho tiempo en el mercado y, aunque exprimen ya a fondo su potencial, el cambio de generación debería traer una apuesta tecnológica muy potente. Se ha hablado de chips gráficos gemelos para reducir el stress que el 3D sobre la gráfica y otros rumores han insistido en CPU de 16 cores (ligados, por ejemplo, a la apuesta que se quiere potenciar con Kinect).
Sea como fuere, parece claro que AMD proporcionará el procesador y que suya será también la gráfica (¿una revisión de las 7000, sólo, como se rumoreaba, o un mayor golpe?). De momento, todos son cantos de sirena hasta que lleguen las especificaciones reales.
Lo físico: o la industria entre la neblina de la nube
La gran cuestión de la siguiente generación de consolas es si van a matar al distribuidor o no. O, más bien, quién va a ser la primera compañía en arriesgarse. Recordemos que Sony, con PSPGo, lo intentó, y bien que se lo "pagaron" cerrando la distribución a las consolas quienes tampoco podían vender los juegos.
Pero es muy diferente sacar sin mucha convicción una actualización de una consola ya moribunda a lanzarse de lleno con un modelo completamente nuevo. ¿En qué formato llegarán los juegos? ¿Poner Blu-ray como disco físico pero potenciar la venta directa digital a través de Xbox Live? ¿O lanzarse directamente a la desaparición de los discos y herir de muerte a las tiendas?
A priori, el primer escenario, el de un medio físico en decadencia que convive con una venta digital en aumento, parece el escenario más probable para la nueva Xbox. Y mientras que Sony sí parece apostar, con Gaikai, por una PS4 con "juego en la nube", Microsoft no ha anunciado pasos en este sentido.
En todo caso, aquí la industria aún está en un punto crítico, incluso en un momento de posibles errores muy variados. Y veremos también qué hay de cierto en el rumoreado sistema anti-segunda mano de la nueva Xbox.
Cross-platform: un anillo (verde) para atarlos a todos
Tras la disyuntiva entre digital o físico, el otro gran cambio al que tienen que hacer frente las consolas de la próxima generación no es el de contentar a los graphics whores, sino conseguir que todo el ecosistema esté unido.
Aunque Microsoft ya avanza en este sentido (no radicalmente, como veremos en nuestro Especial Windows 8 a fondo en unos días), la próxima generación de Xbox tiene que apostar de manera radical por el juego cross-platform: Windows Phone y Xbox pudiéndose complementar (estilo Wii U, con pantallas que añaden cualidades extra al gameplay) o bien al modo PS3-PSVita. ¿Y un online en el que PC y Xbox Live estén conectados (al menos en los juegos adquiridos a través de la Windows Store)?
Lo que no habrá, salvo movimiento sorprendente, es aquella Xbox portátil: el mercado de las pequeñas consolas sufre las embestidas de los smartphones y ahí mejor tirar de lo conocido (Windows Phone como plataforma de juegos) que adentrarse en arenas movedizas.
La otra parte del transmedia ya la conocemos: SmartGlass y las aplicaciones de Xbox en diferentes dispositivos.
Almacenamiento: SSD de entrada, no
La nueva generación tiene que llegar hipervitaminada en lo que almacenamiento se refiere. Si bien, como comentaba, es muy iluso pensar en una consola sin reproductor físico, no es improbable que la apuesta por lo digital haga pensar en un disco duro de altas capacidades.
Tengamos en cuenta, por ejemplo, que algunos de los juegos de la última parte de la vida de Xbox 360 necesitan ya dos o tres discos para funcionar. Si hay que instalarlos en el disco duro, ya se nos comen una buena porción del almacenamiento. Y si pensamos en que pueda entrar ese Blu-Ray que PS3 ya tiene como disco físico y consideramos una mejora gráfica ostensible… hablamos de más de muchos GB por juego.
Ahora traslademos eso mismo a descargas y compras desde Xbox Live. Es obvio que necesitamos más disco duro, y esa cantidad de espacio unida a la contención de precios que necesitarán las consolas de la siguiente generación para triunfar hace bastante ilusorio pensar en SSD como la tecnología elegida… a pesar de la notable mejoría de rendimiento que podría traer.
La nueva Xbox como el mediacenter perfecto
Uno de los atractivos de la primera Xbox respecto a sus rivales fue estar pensada para convertirse en el centro de nuestro salón, no sólo para los juegos, sino como reproductor multimedia (también es cierto que mejor gracias a las modificaciones de la comunidad).
Esto tiene que seguir creciendo aún más: Xbox Live potenciará sus opciones audiovisuales, como ya ha ido haciendo en estos últimos años, con nuevos canales y aplicaciones, pero queda el paso para hacer aún más sencillo que nuestros contenidos del PC se reproduzcan sin muchos rodeos en Xbox.
También podríamos ver a una Xbox como DVR o, incluso, la llegada de otros reproductores que complementen al interno: ¿es un sueño una tienda de apps en la que Plex o XMBC hagan acto de aparición oficial? Quizás no tanto viendo cómo Windows 8 o Windows Phone han abrazado de lleno el mercado de las pequeñas aplicaciones.
Siempre conectados
Otro de los grandes saltos de la Xbox y su sucesora Xbox 360 fue el juego online. "Es bueno jugar juntos", decía el eslogan y con 'Halo' como bandera, primero, y la posterior explosión de los FPS en este terreno (o 'COD: Modern Warfare' explotando millonariamente ese camino), la industria ya ha dejado bien claro que le interesa: mete online en cualquier título, esté o no justificado.
Sin embargo, para la nueva Xbox esperamos una integración absoluta con la web. Sincronización de experiencias (películas, juegos, almacenamiento de partidas); conexión constante con redes sociales; Xbox Live como "escritorio" de la interfaz de usuario… pero no, desde luego, la desaparición de ese online de pago, aunque tal vez sí un plus por la suscripción, algo más allá de pagar por jugar.
¿Y la posibilidad de integrar Skydrive dentro de la experiencia como almacenamiento del usuario? Parece más improbable, de igual modo que, como hemos comentado, el juego en la nube, sin comprar ni descargar, con suscripciones tipo OnLive, no parece un objetivo inmediato de Microsoft.
Otras mejoras probables (o soñadas)
Entre otras posibles mejoras de la nueva generación, algunas parecen básicas, otras se encuadran dentro de la estrategia de Microsoft en los videojuegos:
- Kinect 2 incluido en el paquete básico y mejorado en sus condiciones de detección de movimiento en entornos con varias personas e iluminaciones distintas. Por supuesto, con la interfaz básica de la consola centrada en Kinect.
- Un dispositivo más silencioso (gran caballo de batalla de la Xbox 360 en sus sucesivas apariciones).
- Una Xbox Live más ágil para los desarrolladores (y que, por tanto, fomente más desarrollos independientes).
- 1080p en lo visual, Skype integrado para todo tipo de comunicaciones.
- Retrocompatibilidad para jugar a juegos de Xbox 360.
La pregunta que muchos se hacen es: ¿es realmente necesaria una nueva generación de consolas? Aunque sería largo de debatir, para un post completo, creo que, viendo muchos de los puntos comentados, al menos para Microsoft está claro que sí.
Xbox 360 nació en una época concreta y la industria de los videojuegos siempre quema etapas rápidamente. Puede que esta vez un salto de potencia no sea lo más llamativo de esa nueva generación, pero la propia forma de jugar de usar las consolas ha cambiado en estos seis años tanto que la próxima Xbox necesita ser diferente y haber sido pensada de manera muy distinta a la que dio vida a su antecesora. Entre 2013 y 2014 es probable que veamos esas nuevas ideas sobre el videojuego.
(Todas las imágenes que acompañan a este post y que no son de la propia Xbox 360 pertenecen a fakes y/o recreaciones de la aún inexistente nueva consola de Microsoft)
En Xataka Windows | Microsoft y sus patentes que nos podrían llevar dentro de los juegos
Ver 9 comentarios